VÍA CRUCIS BÍBLICO
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús mi Señor, y
Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que por tu infinita
misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la
vida eterna.
Amén.
Primera Estación:
Jesús es condenado a muerte
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Pilatos, por miedo a
los judíos, condenó a muerte a Jesús. Oh Señor, que no juzguemos a nadie y no
seamos juzgados nosotros. Que no condenemos a nadie y que no seamos condenados
por Dios. Amén.
Padre nuestro…
Por tu sentencia
injusta – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu
bondad.
Segunda estación:
Jesús carga con su Cruz
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Calvario".
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
"Y Jesús,
llevando su cruz al hombro, subió al Monte Calvario". Oh Señor: que
también nosotros aceptemos la cruz de nuestros sufrimientos de cada día, por
amor tuyo y por la salvación de nuestras almas. Amén
Dios te salve María…
Por tu cruz y tus
clavos – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
Tercera estación:
Jesús cae por primera vez
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Había sudado sangre.
Había sido azotado y coronado de espinas: Estaba en ayunas y muy débil; Oh
Señor: nosotros también somos tremendamente débiles. Ayuda con tu poder nuestra
gran debilidad para que no caigamos en pecados ni en vicios. Amén.
Gloria al Padre…
Por tu primer caída –
perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
Cuarta estación:
Jesús se encuentra con su Santísima Madre
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Porque María amaba
más que todas las madres, por eso ella sufría más que todas las demás al perder
a su Hijo. Al ver a María con tantos sufrimientos, ¿nos quejaremos todavía de
nuestras penas? Oh Madre Dolorosa enséñanos a sufrir con paciencia como tú.
Amén.
Dios te salve María…
Por tu Madre
Santísima – perdón Señor, piedad – si grandes son tus culpas – mayor es tu
bondad.
Quinta estación:
El cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Estaba tan débil que
los soldados temían que no alcanzara a llegar hasta el Calvario. Cireneo al
principio ayudó obligado, pero luego se dio cuenta que era el oficio más provechoso
de toda su vida. Oh Jesús: haz que también nosotros ayudemos generosamente a
todos los que necesitan de nuestros servicios y favores. Amén.
Padre nuestro…
Por tu agonía en el
Huerto – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
Sexta estación:
La verónica enjuga el rostro de Jesús
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Lo habían escupido
tanto. Estaba lleno de sudor. La sangre de los puñetazos corría por su frente.
Entonces la Verónica con la mejor de las toallas de su casa le seca el rostro.
Y Jesús deja su retrato santísimo en aquella tela. Oh Jesús: qué bien pagas los
favores que se hacen a los demás. Bendito seas. Amén.
Gloria al Padre…
Por tu pasión y
muerte – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
Séptima estación:
Jesús cae por segunda vez
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
La Sagrada Biblia
dice: "ya no parece un hombre. Parece ser un destrozado. Pero, porque se
humilló hasta la muerte, por eso Dios lo glorificó más que a todos los
demás". Oh Jesús manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante
al tuyo. Amén.
Padre nuestro…
Por tu humildad
profunda – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu
bondad.
Octava estación:
Jesús encuentra a las santas mujeres que lloran por él.
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Jesús les dice:
"No llorés por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque si a
Mí que no he cometido faltas, así me hace sufrir la justicia divina, cómo será
a vosotros que sois tan pecadores". Oh Señor: sabemos que merecemos muchos
sufrimientos por nuestros pecados. Pide al Padre Dios que no nos castigue como
merecen nuestras culpas. Amén.
Padre nuestro…
Por tu gran inocencia
– perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
Novena estación:
Jesús cae por tercera vez
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
"Lo vi, dice el
Profeta, y estaba totalmente destrozado por nuestros pecados. Los castigos que
nosotros merecíamos cayeron sobre él". Mil veces, bendito seas oh Cristo
que has querido sufrir tanto para borrar nuestras culpas. Haz que tu pasión y
muerte no sea inútil para ninguno de nosotros. Amén.
Gloria al Padre…
Por tu pasión y
muerte – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
Décima estación:
Jesús es despojado de sus vestiduras y le dan a beber hiel y
vinagre.
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Oh Cristo: mueres
como el más pobre de todos los seres. Se repartieron entre ellos tus
vestiduras, y por bebida te ofrecieron hiel. Que el Padre Dios reciba tus
terribles sufrimientos, por nuestras faltas, y como pago de todas las ofensas
que hemos hecho. Amén.
Padre nuestro…
Por tu cruz y por tus
clavos – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad.
Undécima estación:
Jesús es clavado en la cruz
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Dijo el Profeta:
"Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis
huesos". Y lo dijiste tú, oh Cristo: "Nadie tiene mayor amor que el
que da la vida por sus amigos". Gracias Señor. Enséñanos a sufrir como Tú:
con paciencia y ofreciendo todo a Dios. Amén.
Dios te Salve María…
Por tu paciencia
inmensa – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu
bondad.
Duodécima estación:
Jesús muere en la cruz
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Mientras agonizaba en
medio de los más atroces sufrimientos, Jesús decía: "Padre: perdónalos
porque no saben los que hacen. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
– Todo está consumado". Y a las tres de la tarde, dando un gran grito:
"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Inclinó la cabeza y
expiró. Oh Padre Celestial: recibe la Pasión y Muerte de tu amado Hijo, y su
preciosa Sangre por el perdón de los pecados de todos nosotros y de todo el
mundo. Amén.
Gloria al Padre…
Por tu Pasión y
Muerte – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
Décimo tercera estación:
Jesús es bajado de la cruz y colocado en brazos de su
Santísima Madre
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Jamás ha existido
hijo alguno a quien su madre amara tanto como amaba María a su Hijo Jesucristo.
Por eso el dolor de María al morir Jesús fue el dolor más grande que ha
existido.
Ea oh Madre, de amor
copiosa fuente
haz que al llorar contigo experimente
de tu pena el poder
Haz que en amor se encienda el pecho frío
Para que amando a Cristo dueño mío
le puede complacer.
Amén.
Dios te Salve María…
Última estación:
Jesús es sepultado
M: Te adoramos Oh
Cristo y te bendecimos.
T: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los
dolores de su Santísima Madre.
Señor Jesús: Tú no te
quedarás siempre en el sepulcro. Resucitarás para nunca más morir. Te
felicitamos por tu gran triunfo y te rogamos que también nosotros todos seamos
un día resucitados por ti y llevados a la gloria del cielo a cantas las
alabanzas de Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Gloria al Padre…
Por tus sagradas
llagas – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
Oración final
Según la intención de
S.S. Juan Pablo II para ganar las indulgencias concedidas a los que hacen el
Vía Crucis:
Padre nuestro, Avemaría, Gloria.
Por la conversión de los
pecadores
Dios te Salve Reina y Madre…
En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.